jueves, 29 de noviembre de 2007

errar.-

Ayer soñó con él, pero quiere que sea por última vez. La asequibilidad de un sueño imposible quiere que empiece a esfumarse. La necesidad de volver a soñar se está convirtiendo en inmediata. Él hace tiempo que renovó sus sueños, ella se quedó estancada en el que compartía con él. Decidió seguir viviéndolo en solitario antes de enterrarlo para siempre. Pero creo que este sueño, a ella, le va bien. No es lo que tendría que estar haciendo, pero necesita de este sueño. Aplicado a la soledad, vuelve a tener ilusiones. Sin embargo, algunas giran en torno a él, aún.

Esta mañana hemos coincidido y seguía con la mirada triste. Me ha explicado su sueño y he sonreído nada más oír la primera palabra. Durante la historia, la he escuchado ensimismada. Era un relato dulce y triste, coexistían deseos y frustraciones y, sobre todo, seguía teniendo el mismo protagonista. Hablaba pausadamente, aprovechando cada momento de aquella historia, esta vez, hecha a su medida. Sin saber cómo había acabado, tal vez con la alarma del despertador o con la intromisión de su consciente en su mundo de fantasía, ha cogido las cosas y se ha marchado.

Me he acercado a la ventana para verla. Con la acera llena de hojas secas, que los árboles han cedido rendidos al otoño, ha caminado sin volver la cabeza. En dirección contraria a la que acostumbra a tomar, me he quedado sorprendida. No sé a dónde va.

"Seguiré soñando contingo. Una vez leí, en una novela de Unamuno, que el sueño de uno es el imposible, la realidad es el sueño de dos. La memoria me falla y sé que no es exactamente igual. De la misma manera sé que el mío es el imposible y nuestro sueño compartido fue la realidad."

Por la tarde, cuando nos hemos encontrado errando por las calles, me ha contado el final del sueño. La sonrisa se ha ido transformando para dar paso a las lágrimas amargas. Me he sentado en un banco con la esperanza de que hiciese lo mismo, pero ha seguido andando. Pero no caminaba, deambulaba.

Mañana volveré a soñar contigo*

miércoles, 28 de noviembre de 2007

voltaré.-

Allí cumplí sueños y derramé ilusiones. Era una tierra hecha a mi medida. El color rojizo, el olor tan peculiar y los atardeceres de aquel paraíso convirtieron mi vida en el mejor lugar donde vivir. Cada día pienso en todo aquello que viví intensamente, en todos vosotros, en los niños que me enseñaron algo que jamás había conocido. Aprendí de críos a los que nunca oí hablar. Cada día, el recuerdo resurge para mostrarme que el mundo de ahora no es el mío. Y tengo claro que necesito contaminarme de todo lo que existe allí y que aquí no encuentro por ningún sitio.

Intento que las palabras reflejen aquellos días, pero es imposible. No se puede transmitir con cuatro letras mal escritas sentimientos que se mantienen vivos dentro de mí desde hace años. Aún recuerdo la primera imagen de aquellos niños; fue el principio de la historia de amor más bella. Y doy por sentado que será la más bella de todas, ¿sabéis por qué?... porque nunca acabará. África y yo viviremos el idilio más sincero de todos los tiempos.

A menudo recorro, a través de las fotografías o de aquel cuaderno inseparable, las seis semanas en aquella aldea. Sonrío sólo de pensar en aquella tierra, aquellas gentes, aquellos paisajes. Caí rendida a los pies de un continente que muchos aborrecen, otros ignoran, otros explotan y otros, adoramos.

Enamoradiza de El principito, pasé noches bajo las estrellas esperándolo. Y tuve la suerte, no de conocer a aquel niño con cabellos de oro y un pequeño planeta donde el sol se ponía cuarenta y tres veces en un mismo día; tuve la suerte de conocer a mi principito. Era un niño de tres años, con unos ojos que albergaban más que tres años de vida. Cuando lo encontré por primera vez iba lleno de polvo y me acerqué para limpiarle la cara. Al ponerme a su altura, me abrazó, me dio la mano y caminos toda una tarde por los alrededores de lo que he mitificado como mi paraíso.

Tengo que volver a África
Necesito volver a N'kondezi
Irei ver Paisinho*

lunes, 26 de noviembre de 2007

Práctica infotecnología

La versión on line del Sport no tiene la posibilidad de descargar sus noticias en formato PDA o para un móvil. En un mundo donde las tecnologías avanzan a gran velocidad, los periódicos tienen que innovar para no quedarse atrás y poder satisfacer las necesidades de sus clientes. Si no, este retraso podría suponer la pérdida de algunos adeptos.

La versión en PDA pesa mucho menos que la versión on line que todos conocemos. Si abrimos dicha versión, (http://www.sport.es/) la portada ocupa 0'57 MB. Para un móvil o una PDA, es demasiado. Si nos fijamos en la noticia "Krkic, un crack con mucho futuro"
Para asegurarme y no hablar en vano, intenté ponerme en contacto con la redacción para saber si tenían planes de introducir esta versión en la versión on line. No obtuve respuesta por lo que, de momento, sólo sé que no tienen versiónes para PDA's y móviles.

domingo, 25 de noviembre de 2007

a ti's.-

A ti, perfecta fotógrafa de culos lunáticos, de desnudos recubiertos de mil risas y creadora de historias que hacen soñar. Siempre supe que llegarías a ser aquello que te propusieras. Necesitabas creer en ti, y al fin aprendiste a hacerlo para convertirte en lo que eres ahora: la amante de la fotografía. Hay recuerdos imborrables que no creo que olvide ni cuando pierda la memoria.

A ti, perfecta salvadora de mi más negro agujero. Paseos interminables para ir a comer, para ir a entrenar... siempre con algo de qué hablar. Bancos del paseo que guardan nuestros más sinceros secretos sobre ¡nuestro chico 10! Confidencias en cualquier rincón, pero siempre en el momento idóneo. Un remoto viaje que marcó un antes y un después... Demasiadas cosas que me niego a dejar en el cajón del olvido.

A ti, perfecta compañía en cualquier momento. Personificación de la dulzura en acto y de la excelencia en potencia. Aprendiendo de los errores para quedarse con lo mejor. Arrancar una sonrisa es tu objetivo diario. Diosa de la mitología griega en nuestro mundo, o el primer tercio de un trío angelical. Llorar en silencio, delante de un ordenador, echando de menos. Y sí, poseedora de una joya que muchos envidian: your fleki.

A ti, perfecta desconocida. Siempre has estado pero nunca hemos superado los límites. Me gusta cómo ves el mundo y tus viajes a destinos disimulados. Apasionada de aquello que te gusta y sincera con todo lo que no. Directa y sin preámbulos para dejar claro que no eres algo con lo que jugar. Y, óbviamente, el segundo tercio del mismo trío con aire de ángel.

A ti, perfecta conocedora del último continente descubierto. Capacitada para que todos te echemos de menos. Auténtica y enamoradiza, seguimos sumando cosas en común. Princesa donde las haya. Musa de aquellos que escribimos desde dentro, donde todo lo que surge es sincero. Imposible olvidarte después de acompañarme aquel día 7 de años atrás. El tercer tercio de una unión perfecta.

A ti, perfecta estudiante. Luchadora para conseguir aquello que realmente quieres ser. El mundo de la fisioterapia se prepara para recibir un nuevo astro. A veces imposible vernos, pero siempre buscando un agujero para concentrar a todas las nenes en un mismo lugar.

A ti, perfecto dibujante. Aquel que nunca habla, sólo escucha. Creador de heroínas frustradas. Amante de aquello que aún desconozco. Conocedor, gracias a palabras llenas de vida, de un paraíso de tierras rojizas donde siempre florecen ilusiones, junto a todos los pies descalzos que acarician dicha tierra.

A ti, perfecto... para siempre. Culpable de mi más bella historia, de mis más auténticos sueños y de lo que fueron mis mejores momentos. A ti, mi imposible número uno. No entra en mis planes olvidarte, pero sí dejar de quererte.

Yo... alguien con suerte porque os tengo a todos.

Seguiré soñando si alimentáis mis sueños*

jueves, 22 de noviembre de 2007

volver a sumar.-

Aún no le ha puesto fin. Cada día pienso cómo se levantará, cómo estarán sus ánimos y cómo acabará el día. Pero los días como hoy no pienso todo esto, sólo deseo que pasen rápido y que los olvide. Después de pensar esto, me doy cuenta de que el problema no es el día, sólo es un añadido. El problema es que le enseñaron muchas cosas pero otras se las dejaron en el tintero. No sabe olvidar...

Estoy convencida de que lo intenta, pero no lo consigue. Y por eso, hoy tengo miedo. Va sumando los meses tras aquel off, y va sumando los que serían. Hoy la he visto de lejos, ella no se ha percatado de mi existencia. Y ese ha sido el motivo por el que no ha disimulado su cara de tristeza, su mirada perdida y su paso sin rumbo. Estaba totalmente ausente de un mundo que cada vez le gusta menos.

Sé que tiene algo clavado muy dentro, algo que ni siquiera sé yo; algo que está acabando con ella. Ha perdido su perfil. La miro y no tiene los mismos ojos, no le brillan. No tiene la misma boca, ya no sonríe. No tiene la misma expresión, no puede tenerla. Añoro aquella niña que en su momento aprendió a superar los obstáculos que se le presentaron. Casi todos, sólo hay uno que le permito no acabar de superarlo nunca.

No es pesimista, no es cobarde, no es conformista. Es enamorada, es soñadora, es irrealista. Por eso cada noche teje su realidad; dándole rostros a caras por conocer, repasando caras conocidas e inventando caras.

Cada noche se va a dormir pensando en el día en qué volverá a vivir aquella historia perfecta.
Entonces, cesará de inventar para volver a sumar.
Entonces, seguirá queriendo; aún no habrá aprendido a olvidar*

miércoles, 21 de noviembre de 2007

gajos de una media naranja.-

Creo que si te hubiese buscado jamás te habría encontrado. Sin embargo, las prisas de última hora, mi nota inferior a la deseada, las amistades de una madre y alguna que otra coincidencia hicieron posible que conociese a una persona entrañable. Sé que estudiábamos juntas pero eras un año mayor y esa esfera aún no me atrevía a cruzarla. Siempre hablaban bien de ti y tenía ganas de conocerte, pero siempre pensé que no nos llegaríamos a cruzar nunca. Pero había algo que quiso que nos uniéramos en un primer momento para acabar siendo fieles confidentes un poco más tarde.

Recuerdo el primer día que íbamos juntas; con miedo a no tener conversación, a tener que vivir una situación violenta... Todo era muy raro y estaba realmente desconcertada. Tal vez las esperas en la parada del 60, tenemos una queja pendiente a CQC; los viajes en la hispano; la única cara conocida de la universidad o simplemente tu manera de ser, hicieron que tuviese cada día más ganas de conocerte mejor.

Hoy estaba en casa y no había nadie. Estaba sola. Y me ha dado por pensar. Nunca me propuse encontrar mi media naranja, pero te puedo asegurar que hoy, sin querer encontrarla, me he dado cuenta de que estaba más cerca de lo que yo pensaba. Realmente somos muy parecidas, vemos el mundo de manera similar, somos como queremos ser, queremos a alguien con todo el corazón; pese a todo. Y sobre todo, tenemos que mirar hacia arriba para hablar con ellos. O no, a lo mejor miramos hacia cualquier sitio, porque ahora los tenemos en cualquier lugar... y sobre todo dentro.

Sabes que me gusta escribir, y me reconforta cuando no estoy muy bien. Hoy quiero que sepas que me encanta ser la chica optimista de negro y que compartas este papel conmigo.

Vive cuidando lo que tienes*

g r a c i a s m a r t a

martes, 20 de noviembre de 2007

vuélvete.-

En tu nuevo camino busca pequeños pedacitos de decepciones. Minúsculos trocitos de desilusiones. Míseras particiones de fraudes. No están sobre la alfombra verde que hoy recorres, con zapatos lustrados y porte caballeroso. Todos ellos están echados sobre el más gris asfalto, escondidos bajo la perfección de tu momento, para llevarte a la imperfección de aquella historia. Pasarás por encima de todos ellos sin percatarte de su existencia. Aquel día en que decidas levantar una punta de la alfombra, tan sólo por curiosidad, descubrirás un camino hecho, realmente, a tu medida. Los pequeños pedacitos de decepciones serán pequeños pedacitos de alegrías; minúsculos trocitos de desilusiones se convertirán en minúsculos trocitos de sueños; míseras particiones de fraudes renacerán en míseras particiones de sinceridad.

Se seguirá esperando este día como si verdaderamente fuese a ocurrir que algún día caminarás sobre tus pasos para retomar lo que dejaste.

Todas las alfombras tienen un cabo... y un fin*