lunes, 19 de noviembre de 2007

un pasaje

Conocí un recóndito lugar del continente negro. El más mísero destino para encontrar la felicidad perenne. La más infinita distancia de todos para estar más cerca de mí. El deseo más imposible para poder hacerlo realidad. La sensación jamás vivida para anhelarla eternamente. La necesidad de regresar para calmar el ansia de morir. Un verano en la recámara imposible de olvidar. Una experiencia inigualable a cualquier cosa vivida hasta el momento.

Algunos ya conoceréis mi pequeña guarida. Sabéis que se parece al país que describió J. M. Barrie para Peter y sus hermanos. Allí no existen desilusiones. Es un cuento escrito a mi medida. Tiene tiras de humor pero no llega a cómic porque por aquel entonces aún no tenía mi dibujante cerca. Cada noche contaba las estrellas y me sentaba debajo de aquella que brillaba menos. En aquella penumbra dejaba volar mis pensamientos hasta ti... porque aún me querías.

Allí yo era una extraña. No tenía pistolas pero sí la sensación de pertenecer a otro mundo. No me costó acostumbrarme, me dolió mucho más irme. Después de veintisiete meses no ha pasado ningún día sin que pensara en aquel recóndito lugar. Incluso ahora, si cierro los ojos, soy capaz de recordar el olor de aquella tierra rojiza por la que corrían miles de pies descalzos.

He echado verdaderamente de menos muy pocas cosas. Tranquilo, tú siempre encabezarás la lista porque te fuiste demasiado pronto. Pero hoy no echo de menos, hoy necesito volver allí. Revivir mi cuento de hadas con final feliz... porque no tiene final. La historia de amor con aquella tierra empezó años atrás cuando vi aquellos ojos por primera vez en una instantánea. Hoy sigue vigente y cada día se hace más fuerte cuando recuerdo aquellos ojos, cuando los vi por primera vez en persona.

Déjame que te muestre una parte de mundo que sólo conoces por palabras mal escritas, frases que tropiezan con los verdaderos sentimientos y situaciones inimaginables fabricadas a partir de mi voz. Deja que te lleve al lugar perfecto para que escribas un libro que por siempre jamás reposará en tu estantería y nunca te cansarás de leer, mirar, escribir, dibujar...

No eres huérfano de viajes apasionantes*

3 comentarios:

Lara dijo...

qan acabi am el carnet d cotxe em posare am el davio :) pq axi em portis alla i mho ensenyis tot...
tstimo*

Anónimo dijo...

saps que els textos amb la etiqueta:Asteroide b612 són la meva debilitat, i si asobre tinc el plaer de ser mencionat...


no se a quí vols ensenyar-li el teu paradís, però jo tmb vui deixar de ser huerfano de aquets viatjes apasionantes!!


PD: aixó:*Déjame que te muestre una parte de mundo que sólo conoces por palabras mal escritas, frases que tropiezan con los verdaderos sentimientos y situaciones inimaginables fabricadas a partir de mi voz.* m'ha encantat.

Anónimo dijo...

jopeta mimada (veu de nen petitó) moltes mercès doncs... i perdonim el no pillar que anava per mi...

un petonet, i dema te trucu k fa mols dies k no parlem (2¿?)