miércoles, 30 de julio de 2008

mundo inmundo.-

Mund0, estate quieto donde estás. Ahora me escucharás y no te escaquearás. Así que te aviso, vas a quedar a mis palabras sumiso. Estoy harta de jugar contigo y que te rías, pero no conmigo. Me he cansado de ser tu juguete y que no me dejes jugar a mis juegos, donde yo impongo mis normas y preceptos. Me jodiste un invierno. ¿No te acuerdas? Pues yo te lo recuerdo. Un noviembre, que no dulce, me hablaron de dos meses; el principio de un fin y de un sinfin de rabia contenida y sentida. Tú moviste ficha en mi tablero de ajedrez y te cargaste al rey; yo movía negras, tú blancas, yo gané la partida pero me jodiste la vida. En qué coño pensabas. Me arruinaste y te cargastes mi anclaje para que, como barco a la deriva, dejara de estar viva. Moriré con una pregunta incontestable que me persigue cada día porque tienes la cobardía a flor de piel y no eres capaz de mirarme con esos ojos color miel. Los míos son mejores, y por eso, mis imperfecciones escrutan tu mirada y te retan a ser valiente en el presente. Da la cara, no es una cosa cara. Tan sólo necesitas valor y sentir que la gente deja de darte calor para sentirte como yo. Ten honor y afronta que aquel noviembre la cagaste... y desde entonces, no paraste.

Me ofreciste un perfecto verano, hecho a la medida de un enano, de aquel que sólo sonríe y ríe porque nada va mal hasta que la crueldad se apodera de su ser; puta maldad. Me destrozaste. Me hiciste creer que los veranos se podían suceder, que iban a ocurrir, los podría sentir, no eran sueños imposibles de esta vida tangible que poco a poco se convierte en horrible. Me hundiste en una tristeza profunda. Que te jodan mundo inmundo. Me enseñaste que la ternura existe y yo te digo que lo paterno es eterno. Efímero donde lo haya, mi padre. Mundo, cállate y escúchame. Odio la primavera, pero no la primera. Aquella que me llevaste hasta las vías paralelas e infinitas. Era una cría y a punto estuviste de hacer la peor fechoría. Cómo te atreves, qué sangre fría.

Me da igual rimarte, prosearte o versearte. Las palabras te duelen igual, eres un animal. Si te rimo, me permito escribir aquello que conocen como tacos, pero tranquilo, lo que más te duele llega ahora, así que prepara la horca porque a lo mejor es el lugar que eliges para rematar. Pero no conmigo, sino contigo. Si tienes un jefe, algo que llaman ser intrascendente y mil adjetivos que terminan en -ente, dile de mi parte que para mí murió. Tú mataste al mío, yo maté al tuyo. Lo nuestro es un duelo de titanes donde ambos somos capitanes. Odio el año entero por aquel invierno. Dañaste mi pilar y no sé cómo arrancar de nuevo. Qué huevos. Por qué yo. A lo mejor pensabas que el paso del tiempo iba a frenar el desenfreno que yo siento. Te equivocas. Crece por momentos. Pero ahora te dejaré tranquilo por un tiempo, el suficiente para que luego me entregues un presente. Mi presente es una rima así que, Mundo, toma tu inmundo. Y desde ya busca mi regalo; busca mi rima, busca la palabra mágica que rima con papá y harás que mi vida sea menos trágica.

Para un héroe que resultó ser mortal*

domingo, 27 de julio de 2008

somos tuyos.-

Hola papá. Hoy te hemos imaginado más que nunca. Hemos llenado las horas del día hablando de ti, recordando todo lo vivido contigo y riéndonos de todos los que te dejaron perder. Hoy, he deseado más que nunca que estuvieras sentado en la mesa con nosotros. Esta razón sólo puede ser que nos haya venido a visitar alguien muy cercano, e infinitamente parecido, a ti. Ha entrado fumando ducados y, en seguida, el comedor ha adquirido ese olor que durante tantos años odié... pero que ahora echo de menos. Ojos claros y pelo blanco, aunque tú tenías mejor porte. Tener que verlo requiere un proceso de enfriamiento de todo mi ser para que el parecido no me juegue una mala pasada y me venga abajo sólo con verlo. Hemos estado hablando todo el día, pero lo mejor ha sido cuando me ha dicho que soy tu vivo retrato. Cada vez tengo más claro que has sido, y serás, el mejor ejemplo que he tenido. No has sido perfecto, pero para mí sí. Me encanta que me digan que me parezco a ti, porque de mayor, querría ser como tú.

Sabes que me pasaría toda la vida hablando de ti, escribiéndote y escribiendo sobre ti. Pero lo mejor de hoy no ha sido pasar las horas recordando lo mejor de los dos. Lo mejor ha sido cuando Guillermo le ha visto. Ha sido uno de esos momentos en que querría descubrir qué piensa. Estoy convencida de que lo miraba pensando en ti. Tenía enfrente a alguien igual que tú. Nunca podré saber qué sintió cuando le dije que te habías muerto, que ya nunca volverías, que no te podría abrazar nunca más. La contundencia de las palabras fue más para mí que para él, pero aquel día uno, cuando entró en casa, los dos te buscamos. Cada día miramos tu foto, te enviamos un beso y le pregunto si te quiere. Y puedes estar orgulloso porque nunca se cansa de este recital. Por eso, ayer, cuando le vimos, los dos notamos el vacío inmenso y eterno que dejaste.

En los últimos años sólo he deseado dos cosas imposibles. Consciente de la imposibilidad de cumplirlo, lo anhelo cada noche, cuando la última luz artificial se apaga y da paso a la estrellas. Deseo fervientemente volar hasta las estrellas y encontrarte por las alturas. O ir donde sea que estés para verte una sola vez más, antes del adiós absoluto. Mi segundo deseo es adentrarme en la mente de Guillermo y descubrir qué piensa. Cuántas veces dijimos que pagaríamos a un investigador para que descubriera cómo lo podíamos hacer. Queríamos saber más de Guillermo. Pero, ahora qué. Estoy yo sola, y no quiero hacerlo. Pero para saber que te echa mucho de menos no es necesario ninguna máquina ni ninguna mente brillante. Sólo hace falta decir la palabra papá y ver como mira a su alrededor. Cuando se da cuenta de que no estás me mira y, con la mirada perdida, lanza un beso. Te das cuenta, es consciente de que no estás físicamente pero permaneces en algún lugar, muy cercano a nosotros.

Te echamos de menos papá*

martes, 22 de julio de 2008

dibuja, dibujante.-

Mañana quiero que dibujes la mejor tira cómica hasta el momento. Poseído por los nervios, quiero que narres con ilustraciones el reencuentro. Que la página en blanco quede tintada de perfectas manchas negras que hablen de todo lo vivido en ese instante. No me importa si alguna lágrima resbala por tu mejilla e impregna el papel, mañana todo me da igual. Sólo importa una cosa; el reencuentro. Junto con la diosa griega, pintar una nueva história. Sólo pido que le deis el papel principal a la princesa y dejeis a los villanos y súbditos del reino en un segundo término. Tienes que ser el creador nato, dotar de palabras el momento del silencio y colorear lo gris de la escena. No he dibujado, ni tan sólo he escrito, sólo he dejado volar la imaginación. He cerrado los ojos y he deseado que, al abrirlos, ya fuera jueves. Que, por fin, llegara el momento de abrazarla. Por suerte, diosa y dibujante me narrareis, breve y conciso, tranquilo; el moment0.

Dibuja a la princesa en su estado más puro de efervescencia por el regreso. Ilustra la felicidad contenida y al fin liberada de la diosa, dibujante, villano y súbditos. Pinta, en un pequeño rincón del papel, un mim0 que, os aseguro, os estará echando de menos. No lo entiendo. No logro averiguar cómo es posible que os necesite tanto. Algún día, ayudada por tus dibujos, escribiré un cuento de princesas, héroes y diosas hecho a nuestra medida. Y será un cuento donde no haya malos, porque los villanos no tendrán un sitio asignado.

Prométeme que, mientras dibujes, te acordarás de mí.
Prométeme que vivirás el instante intensamente.
Prométeme que mañana sólo dibujarás y el jueves lo pintarás.
Aunque un día dejamos de prometer, prométeme que estas promesas las cumpliras.


Dibuja una gran 0bra*

lunes, 21 de julio de 2008

my princess.-

Fa temps que existeixen superherois, dibuixants de còmics, prínceps i princeses. Molts en parlen com si en coneguessin algun... però per la fredor de les paraules que utilitzen per descriure'ls jo sé que és mentida. I és que jo sé què se sent quan parles d'un heroi, però quan parles d'un que per ningú ho és, només per un mateix. Jo, fa temps, en vaig conèixer un, però li mancava el superpoder de la immortalitat. També he tingut el plaer de conèixer un dibuixant de còmics; el responsable d'ensenyar-me a dibuixar una de les millor històries. I prínceps, també he conegut prínceps. Un encara ho és, però ja no és per mi; i l'altre és un petit príncep que viu en un regne natural i negre i que, per sempre més, em tindrà als seus peus. Però avui és el dia de les princeses... de la princesa.

Avui, per seguir amb el costum dels darrers dies, penso sovint en tu. Han estat molts mesos lluny d'aquí, vivint com una aventurera tot allò nou que se't posava per davant. Des d'aquí, hem anat fent un compte enrere dels dies que quedaven per tornar-te a veure, per tornar-te a abraçar. Així que, aquest cop, jo no faig el millor regal... el fas tu amb la teva tornada. Ja saps que són moltes coses les que portem a l'esquena, moltes xerrades, molts plors, molts somriures. Són un grapat d'any que hem anat pujant totes plegades, i ens han donat un munt de records que, alguns, a dia d'ara, encara recordo com si fossin ahir.

Després d'aquest any, he vist moltes coses clares, i una, i la més important, és que sé qui vull que es quedi per sempre més al meu costat. Sento decebre't però tu entres dins aquest grup. Ha estat un any en què he trobat a faltar moltíssim i he escrit e-mails a la desesperada, direcció l'últim continent descobert. Però això està arribant a la seva fi. Ara deus estar celebrant els 21 sobrevolant Àsia o potser fent escala per Singapur. Tant se val el lloc. El que importa és que els estas celebrant de tornada a casa. Fa temps que espero aquest moment, i encara més que l'he imaginat. Però ara ja està. Ara només cal esperar dos dies i adéu a la desesperació del moment que mai no arriba. Tornar-te a veure; el millor regal d'aquest estiu.

Manca el sentiment en aquest escrit, sóc conscient. Però coneixes a la perfecció tot el que et dec, les gràcies que t'he donat i que et donaré i com t'arribo a estimar. Sinó, recorda un escrit titulat per què t'estimo? en 65 paraules.
Sweet 21*

viernes, 18 de julio de 2008

mi tributo.-

Mi mente me miente, me convierte en demente y me niega el presente. Me quiere ahorrar los malos tragos pero no traga que los malos y villanos me abandonen y yo encima les perdone. Mi mente me niega y yo reniego a perder lo perdido en un partido donde no tengo equipo. Pero soy consciente de que en el presente soy un ente donde los recuerdos nos vuelven cuerdos. Donde el pasado, ya pasado, es un punto en contra de los pesados que reviven lo insufrible. Donde el futuro es un augurio de lo temible. Pero el presente determina que todo termina y empieza, así que levanta la cabeza porque nada se consigue si no se sigue. El camino es largo y me da igual si lo hago en un estado de letargo pero quiero recuperar lo perdido mientras que ellos lo han vivido. No me escondo del agujero hondo donde he caído pues no ha sido suficientemente profundo para retirarme de este mundo. Sólo me ha servido para escribir del más y de lo más temido y me ha permitido inventarme un mundo donde yo pinto el paisaje y muy pocos tienen pasaje para visitar mi gran ciudad. Allí preside un héroe, un dibujante, un principito. Allí residen las diosas que dotan de belleza las pérdidad odiosas. Allí soy la diva pues me siento viva. Ya acabo con estas rimas que son un cometido que, como cometa herido, chocan con la Tierra al no tener más tierra que recorrer. Pues como el cometa, yo ya no tengo meta, sólo quiero aterrizar, dejar de volar y, a poder ser, no volverme a estrellar. Pero todo es mucho más crudo y va más allá de poder y querer. Así que como barril de crudo, potencio una crisis donde ni el aristocrático se salva del pánico. Y es que las historia no tienes finales, puesto que mi final es como un puñal que sólo quiere marcar pero no se atreve a rematar. La posibilidad de lo imposible se mantiene impasible frente a la asequibilidad de lo que ya no es tangible. Pero, déjenme que les cuente un secreto. Yo domino mi mente porque tengo a mi héroe presente.

Tributo a lo impoluto*

jueves, 17 de julio de 2008

no et preocupis per mi.-

Hi ha moments molt complexes en la vida que, per molt que es vulgui, no s’entenen mai. Per a una nena de set anys a qui li diuen que té un problema i que haurà de créixer amb ell, el món es transforma i ja no és tan simple. Creiem que les coses són fàcils, que sempre hi haurà algú que ens ajudarà a superar tots els entrebancs que se’ns presenti i que de tot ens en sortirem. Però l’única veritat que existeix avui en dia és que som cadascú de nosaltres els que hem de creure en nosaltres mateixos. Aquella nena va créixer, es va fer gran i se’n va sortir.

Creia que la dislèxia seria un problema molt i molt greu. El temps li va ensenyar que això no era del tot cert. Després de vuit anys de logopèdia, va arribar el dia en què, just en el moment en què creues la porta, ja no la tornaria a travessar com alumna. S’havien acabat les classes. Era un cúmul de sensacions que no es poden descriure. Era l’alegria de marxar, la pena de deixar enrere tota la gent que havia conegut i, sobretot, l’enyorança. L’enyorança de no poder compartir aquell moment amb una de les persones que més estimava. Tant de bo, aquell onze de juliol, quan li van donar l’alta, el seu avi hagués estat a la mateixa cadira de la sala d’espera esperant que s’acabés la classe.

Feia just un mes que els havia deixat, però quan la Mar va sortir d’allà va respirar profundament, va mirar al seu voltant i va somriure. Va anar amb els pares a sopar al Port Vell i va saber esprémer la felicitat d’aquell moment, fins l’última gota. Perquè, en realitat, molt poques coses són veritablement un problema; tot depèn de l’esforç per intentar resoldre’l.

martes, 15 de julio de 2008

nuestro corto.-

Aunque mi película no sea de taquilla, y no haya ganado ningún Oscar, no la cambiaría por ninguna otra. A veces, lo único que haría sería cambiar al jodido guioniosta que se ha obcecado en escribir una tragedia. Por lo demás, sigo rodando el mismo filme que hace veintiún años; porque es el mejor. La clave está en la rotación de los protagonistas. Aunque sea mía, yo no soy la actriz principal. En los inicios fue mamá; unos largos inicios. Cuando tuve uso de razón, el protagonista no era otro que Guillermo, aunque rivalizaba contigo. Y, de golpe, fuiste tú. Adoraba hablar contigo, leer cerca de ti y perder las horas contigo. Pero no nos dejaron rodar más, y lo nuestro se convirtió en un corto. Teníamos los diálogos mejores escritos; porque, por aquella época, despedí al guionista y nosotros mismos los escribimos. Los escenarios estaban perfectamente escogidos y el vestuario corría a nuestro cargo. Cada vez que recupero la película, sonrío al ver las mejores escenas.

En cambio, en los últimos días, he estado pensando y, sí, me gustaría cambiar de película. No te enfades. No es exactamente cambiarla, es vivir en otra donde algo que deseo fervientemente, desde años, se puede cumplir. Son muchas las cartas que te he escrito, y ninguna ha tenido respuesta. Son muchos los posdatas que te he enviado, y todos los que no me has contestado. Por eso, cambiaría mi filme, sólo para que tus cartas me llegaran. Cada día te imagino, te pienso y te escucho. Y nunca te veo. No existes. Pero si supiese cómo cambiar de película, podríamos conseguirlo. Tal vez se puede hacer pero, a lo mejor, a cambio de destruir la que haya rodado hasta ahora... y eso no estoy dispuesta a hacerlo. Lo que vivimos los dos nunca, nadie, me lo robará. Si cierro los ojos aún puedo sentirte cerca, a mi lado. Si los cierro con más fuerza, aún huelo tu esencia. Si los abro, te desvaneces.

Muchos pensarán que estoy loca y que lo que escribo son sandeces. Ya sé que no te voy a recuperar, que no vas a volver y que no hay ningún lugar en el que pueda encontrarte. Bien, de hecho sólo existe un lugar y al que sólo puedo ir yo... yo misma. Pero, tal vez, porque he aceptado que jamás te volveré a ver, escribirte es un alivio. Para muchos, una locura. Para mí, lo mejor. Revivir nuestra etapa juntos, nuestras charlas, mis preguntas que no cesaban, las reuniones con el señor diccionario... me gusta. Consciente de que nada de esto va a volver a existir, y tampoco lo quiero si no es contigo, tallar un mundo entre tú y yo es lo que me da fuerzas. Pero no las suficientes como para entender porqué nos tuvo que ocurrir a nosotros... Por eso, seguiré escribiendo, y nunca enviando, cartas que narran una vida muerta.

P.D: te echo de menos*

martes, 8 de julio de 2008

la ruta hacia el dorado.-

Son muchos los que creyeron, tiempo atrás, en un mapa coordenadas del cual descifraban el incógnito lugar de la ciudad del oro. La travesía a seguir hasta llegar al punto marcado con una cruz sobre el mapa se conocía como la ruta del Dorado. De la misma manera, la fuente de la eterna juventud también vivió su momento más álgido cuando diferentes expediciones de alrededor del mundo movilizaban todos sus dispositivos para hallar, los primeros, el elixir de la perpetuidad en el mundo de los vivos. Porque, si algo en común ha tenido la vida es que todos y cada uno de nosotros nos hemos molestado en buscar un sueño que perseguir para que, con esfuerzo, fuera una realidad. Sin embargo, también hemos perdido el espíritu de explorador, de encontrar lo desconocido y de mostrar maravillas que permanecen escondidas en recónditos lugares. Yo, por suerte, aún no tengo el instinto atrofiado.

Hace años supe que existía una ciudad de oro, pero no como se conocía siglos atrás. No posee grandes riquezas materiales, pero sí inmateriales. Y tampoco llega a ciudad. Es una pequeña aldea en la selva mozambicana. No pensé que el descubrimiento de tan hogareño rincón supusiese en mí un amor por una tierra totalmente desconocida. Nada me resultaba familiar pero me sentí como en casa, e incluso mejor. Han pasado dos veranos, y a punto está el tercero, de la primera vez que pise mi ciudad del oro. Fue un contacto directo, inminente y, por supuesto, perenne. Por eso, el verano de 2009 llevaré a cabo, otra vez, la ruta hacia mi Dorado. Un par de aviones nos apartaran de la urbanización para adentrarnos, despacio para poder aprovechar cada instante, en tierras africanas. Una ruta interior y de costa será el preludio para llegar a la gran ciudad dorada: N'kondezi.

Volver a ver los joviales rostros de los niños. Respirar el aire que tantas veces he echado de menos. Oler la esencia de África que jamás olvido. Pasear y acariciar la tierra rojiza. Volver a tener la sensación de plenitud que no he tenido en otro lugar que no sea N'kondedzi. Pero, lo que más deseo, la culminación de la ruta hacia mi dorado será cuando haya el reencuentro. Jean Pierre Davidts escribió el reencuentro con el Principito, y yo escribiré el mío con Paisinho. Cuatro veranos nos han separado, pero ni cientos de ellos serán suficientes para que le olvide. Ni a él ni a las tantísimas caras sonrientes que conocí.

Por último, os explicaré un secreto. Es mi ciudad dorada porque, pese a no tener tesoros de color amarillo, cada atardecer, cuando el sol se cierna sobre las montañas y las pailhotas, N'kondedzi adopta un color dorado que no habrán visto en muchos otros lugares. Ese momento es la culminación de la perfección de un día en África.

Siempre existe un reencuentro*





Desitjo que, un estiu, puguis olorar aquella terra.
És una essència que mai oblidaràs.

domingo, 6 de julio de 2008

lo indomable.-

Ayer escuché una de aquellas reflexiones que llegan a los más hondo de cada ser, que hacen pensar en todo lo que cada uno de nosotros ha vivido y que son las encargadas de mostrar nuestros más recónditos recuerdos que ahogamos con otros muchos encima para que no salgan a la luz. Lo peor de todo es que adorarías que tú fueras el autor de dichas reflexiones. Has sentido lo mismo que explican, has vivido algunas cosas de las que relatan, pero la capacidad de escribir aún está a años luz para que sea lo suficientemente buena como para que permanezca en la memoria de muchos. Tengo grandes citas, de no tan grandes autores, y fragmentos de grandes autores que morirán conmigo. Pero, desde hace poco, también tengo presente escenas cinematográifcas con grandes diálogos.

Encendí la televisión con el único deseo de dar vida a un comedor muerto. Las primeras palabras pasaron inadvertidas, pero la escena tentía el suficiente carisma como para detener todo lo que estaba haciendo y dedicarle unos breves instantes. Un Robin Williams con barba de naúfrago junto a un Matt Damon indomable en un banco de un parque y una leve referencia a una película protagonizada por ambos, fue suficiente como para seguir la evolución del filme. Y entonces empezaron a brotar unas gratas palabras, el principio de algo que aún tenía un mejor final.
-Estuve pensando en lo que me dijiste el otro día, sobre mi pintura. Me pasé casi toda la noche pensando, y se me ocurrió una idea, luego caí en un sueño plácido y no he vuelto a penar en ti.¿Sabes qué se me ocurrió?
-No
-Que eres un crío y que en realidad no tienes ni idea de lo que hablas...
-Vaya gracias

Justo depués, la confrontación de los mismo hechos pero unos vividos y otros leídos. Una gran diferencia. Miguel Ángel desde un libro o desde el interior de la mismísima capilla Sixtina. El amor desde un quehacer de una noche o desde la dedicación por y para siempre. Una guerra desde la trinchera o desde los versos de Shakespeare. Y luego, el amor. Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto, pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable, ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios a puesto un ángel en la tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni qué se siente al ser su ángel y darle tu amor y darlo para siempre y pasar por todo, por el cáncer. No sabes lo que es dormir en un hospital durante 2 meses cogiendo su mano porque los médicos vieron en tus ojos el que término horario de visitas no iba contigo. No sabes lo que significa perder a alguien, porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.

Ahora tendría que detenerme y dejar de escribir para que en vuestras mentes permanezcan las palabras anteriores, la composición perfecta de una declaración de amor póstuma. Pero ante tal belleza escrita no puedo reprimir mi ansia. Ves plasmado en un papel aquello que durante horas y horas has intentado explicar, pero que la capacidad no te permite. Es la combinación perfecta de aquello que te desgarra el alma pero que, al mismo tiempo, te alimenta. No sabes lo que significa perder a alguien, porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo. La simpleza del estilo y la veracidad de cada una de las palabras utilizadas son el resultado de un fragmento de aquellos perennes en la mente de cualquiera que sí haya amado a alguien más que a si mismo.

El indomable Will Hunting ha sido la fuente de inspiración para escribir, para darme cuenta de todo lo que aún me queda por aprender, o del don que me gustaría poseer pero al que tan sólo algunos privilegiados pueden acceder. Y, por supuesto, para darme cuenta de que tú y yo supimos amar a alguien mucho más que a nosotros mismos. No amor en calidad de pareja, pero sí en calidad de papá e hija. Por eso, sí que sé qué es perder alguien y, por eso, no hay día que no te eche de menos.

Dulces sueños papá*

viernes, 4 de julio de 2008

mi independencia.-

Alegóricamente hablando, hoy trataré mi independencia. La necesidad de celebrar este día era inminente y hoy, coincidiendo con la celebración de la americana, pero apartando el patriotismo, también me declaro independiente. Pero yo del mundo entero y de todos los que en él habitan. Me emancipo. A partir de hoy, viviré sola. Pocas personas, sólo aquellas que no me dañan y las que echo de menos, irán por delante de mí. Todas las demás, por detrás por favor. Es una independencia inspirada y basada en la unidad, autonomía e integridad de mi mundo. Aquel al que sólo yo puedo permitir la entrada de algunos privilegiados. Mi independencia se basa en que, por fin, tengo suficiente fuerza y poder como para escoger. Por lo que a muchas personas os digo, de antemano, adiós. Podéis estar tranquilas porque no tenéis la puerta cerrada, simplemente que, de momento, no formáis parte de él.

Me gusta esta sensación de poder elegir y dictaminar. De poder controlar mi yo y mis actos. De no arrepentirme cambiar un poco mi manera de ser. Han sido muchos los meses en que he sido el hazmerreír de muchos, vulnerable a algunos e insignificante para otros. Pero, saben qué, a partir de hoy el hazmerreír los son otros, los vulnerables algunos más y los insignificantes algún que otro personaje. Y es que, al fin, la protagonista principal de mi mundo soy yo. Atrás quedan muchos que tenían un lugar que no les correspondía. Recuperaré todo el tiempo perdido hasta el momento, pero no se asusten; seguiré siendo in0cente.

Cuando me dispongo a escribir, pocas veces sonrío mientras lleno las hojas en blanco que esperan, o desesperan, recibir todo aquello que durante el día voy creando. Hay ocasiones reiteradas, y de las que me encanta escribir porque el gozo interior es indescriptible, que siempre sonrío. Cuando imagino un futuro, pero ya inmediato viaje, también sonrío. Pero hoy, hoy esbozo una leve sonrisa que delatan las comisuras de mis labios. Independencia. El hecho de escribirla me da una fuerza que creía agotada. Pero no, hoy empieza todo. Antes de celebrar el primer, y único, aniversario de un año nefasto, me dispongo a cambiar.

Aunque para muchos sea como un imposible, les puedo asegurar que esta vez es diferente. Soy consciente de que han sido muchas las veces que todos los intentos han sido frustrados y el después ha sido peor de lo que era el antes. Pero esta vez noto que no va haber después. La independencia ha sido algo necesario para un cuerpo que empezaba a ser inerte. Y ya que el tiempo no pone a cada uno en su lugar, yo lo voy a hacer por él. Sólo tienen que creer en mí para darse cuenta de que es posible.

Bienvenidos a la independencia de mi mundo*

miércoles, 2 de julio de 2008

papá, estoy creciendo.-

Siento el retraso. Me imagino que a ti no te importa porque sigues teniendo claro que no pienso en ti sólo en los unos de los meses. Pienso en ti cada día, y a todas horas. Pero aunque el día ya se haya acabado, no para mí que vivo inmersa en un uno sin fin, quiero seguir con mi tributo y escribir estas líneas muertas que narran una vida inexistente. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que, por muy insignificante que parezca, cualquier cosa me hace pensar en ti. Desde mirar la hora hasta pasear por la calle o estar sentada en el sofá. Sea lo que sea, en todo lo que hago hay un punto de conexión directo a ti. Y me asusta. Es un binomio que me acabará destruyendo porque lo que me da fuerzas también me las quita. Imaginarte me da aliento; ser consciente de que no estás me destroza.


Te tengo que escribir un secreto. En contra de lo que prometimos un día paseando por la playa... me estoy haciendo mayor. Dije que siempre sería una niña, porque ha sido la única etapa que tú me has conocido, pero me están obligando a crecer. No es que no quiera, pero necesito mi tiempo. Me gusta permanecer en estado infantil, sonreír por nada, llorar por todo e imaginarme qué seré de mayor. ¿Te acuerdas cuando jugaba a ser una periodista de la CNN en Nueva York? Queda lejos aún estar en Nueva York, pero licenciada de periodismo está a tan sólo un año. Y no has visto nada.


Tiendo a hacer algo pensando en los otros antes que en mí. Llegar a ser periodista es sólo por y para mí, pero el trato era que tú me vieras conseguirlo. Me tenías que ayudar, enseñarme todo aquello que los libros no muestran y apoyarme. Teníamos que pasar noches enteras leyendo libros apasionantes, tardes de dos haciendo crucigramas y escribir sólo para que tú me leyeras. No hemos hecho nada de todo esto. Es cierto que leo libros apasionantes; pero sola. Que hago crucigramas; pero me doy por vencida en seguida. Y que escribo; palabras muertas que no lees. Es realmente jodido. Avanzar sin quererlo y reprimir la ira interior que se exterioriza en textos ilegibles. No puedo sostenerme más en mis cimientos, porque no tengo cimientos. Me los robaron. Hace ya muchos unos que te llevaron al único lugar del que no se puede regresar.

Daría un mundo para que formaras parte del mío*