miércoles, 2 de julio de 2008

papá, estoy creciendo.-

Siento el retraso. Me imagino que a ti no te importa porque sigues teniendo claro que no pienso en ti sólo en los unos de los meses. Pienso en ti cada día, y a todas horas. Pero aunque el día ya se haya acabado, no para mí que vivo inmersa en un uno sin fin, quiero seguir con mi tributo y escribir estas líneas muertas que narran una vida inexistente. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que, por muy insignificante que parezca, cualquier cosa me hace pensar en ti. Desde mirar la hora hasta pasear por la calle o estar sentada en el sofá. Sea lo que sea, en todo lo que hago hay un punto de conexión directo a ti. Y me asusta. Es un binomio que me acabará destruyendo porque lo que me da fuerzas también me las quita. Imaginarte me da aliento; ser consciente de que no estás me destroza.


Te tengo que escribir un secreto. En contra de lo que prometimos un día paseando por la playa... me estoy haciendo mayor. Dije que siempre sería una niña, porque ha sido la única etapa que tú me has conocido, pero me están obligando a crecer. No es que no quiera, pero necesito mi tiempo. Me gusta permanecer en estado infantil, sonreír por nada, llorar por todo e imaginarme qué seré de mayor. ¿Te acuerdas cuando jugaba a ser una periodista de la CNN en Nueva York? Queda lejos aún estar en Nueva York, pero licenciada de periodismo está a tan sólo un año. Y no has visto nada.


Tiendo a hacer algo pensando en los otros antes que en mí. Llegar a ser periodista es sólo por y para mí, pero el trato era que tú me vieras conseguirlo. Me tenías que ayudar, enseñarme todo aquello que los libros no muestran y apoyarme. Teníamos que pasar noches enteras leyendo libros apasionantes, tardes de dos haciendo crucigramas y escribir sólo para que tú me leyeras. No hemos hecho nada de todo esto. Es cierto que leo libros apasionantes; pero sola. Que hago crucigramas; pero me doy por vencida en seguida. Y que escribo; palabras muertas que no lees. Es realmente jodido. Avanzar sin quererlo y reprimir la ira interior que se exterioriza en textos ilegibles. No puedo sostenerme más en mis cimientos, porque no tengo cimientos. Me los robaron. Hace ya muchos unos que te llevaron al único lugar del que no se puede regresar.

Daría un mundo para que formaras parte del mío*

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gràcies per deixar-me llegir aquest tresor. Embriaga de tendresa i tristesa. Però recomforta i aclapara a la vegada descobrir la riquesa del teu interior. Sigues gelosa d'ell i no li donis a qualsevol. És massa preuat.

BC