JUEVES 14 DE AGOSTO
Es apabullante pasear por las calles de Madrid. Respirar un nuevo aire y dejar brotar los recuerdos; los más infantiles, crueles y románticos. Pero, sobre todo, imaginar los recuerdos futuros. Son muchos los que tienen una pequeña porción en Madrid, en mi Madrid. Anhelar durante meses una escapada a la capital que por fin se confirma. Volver a recorrer el paseo del Prado, degustar los rincones más poéticos del Retiro y una visita fugaz, pero suficiente, a Toledo. Escribir desde tierras madrileñas aporta inspiración y una renovación a mi persona y, sobre todo, unas ganas enormes de volver a sentir Madrid. Una larga estancia y volver a ser alguien en esta zona. Y es que esta ciudad siempre serán paseos eternos por el Retiro con papá, escapadas con mamá y risas sin fin con Guillermo. También es el último viaje que hicimos antes de la gran batalla final, contigo fue nuestro viaje de dos y para dos y, a partir de hoy, un viaje de la di0sa griega y mío. Impregnarnos de arte, gozar con los grandes pintores, observar durante un largo rato el entierro del conde Orgaz del Greco... Fotografiar todo aquel rincón que propicia inspiración para escribir cuatro palabras mal forjadas y que no consiguen plasmar el verdadero sentimiento de ilusión. Pero aquí estoy, otra vez. Pero va a ser diferente, como siempre ocurre. El enésimo viaje al origen de mi vida. Esto, a menudo comporta realizar un leve balance de todo lo que he vivido. Siempre arriba y abajo, nuevos lugares y nueva gente, pero siempre una misma vida. De todos los lugares tengo un recuerdo imborrable y, por supuesto, personas imposibles de olvidar. De la estancia en paisajes gaudinianos retengo las mejores amistades, y poder mostrarles una parte de mi vida es un sueño. Estos días, la privilegiada es la di0sa griega. Pausible, femenina y encantadora, derrocha tranquilidad allí por donde pasa. Ahora que ha conocido la felicidad casi absoluta, y digo casi porque no creo que exista la total, es más que una grata compañía; es la companía. Me encanta que sonría, que disfrute viendo arte, que ame el arte, que lo haya convertido en su pasión. Creo que aquí todo es más fácil, pero echo de menos a tres o cuatro. Sé que en estos lares siempre resistirá algo de mí.
Bienvenid0s a mi Madrid*