jueves, 29 de noviembre de 2007

errar.-

Ayer soñó con él, pero quiere que sea por última vez. La asequibilidad de un sueño imposible quiere que empiece a esfumarse. La necesidad de volver a soñar se está convirtiendo en inmediata. Él hace tiempo que renovó sus sueños, ella se quedó estancada en el que compartía con él. Decidió seguir viviéndolo en solitario antes de enterrarlo para siempre. Pero creo que este sueño, a ella, le va bien. No es lo que tendría que estar haciendo, pero necesita de este sueño. Aplicado a la soledad, vuelve a tener ilusiones. Sin embargo, algunas giran en torno a él, aún.

Esta mañana hemos coincidido y seguía con la mirada triste. Me ha explicado su sueño y he sonreído nada más oír la primera palabra. Durante la historia, la he escuchado ensimismada. Era un relato dulce y triste, coexistían deseos y frustraciones y, sobre todo, seguía teniendo el mismo protagonista. Hablaba pausadamente, aprovechando cada momento de aquella historia, esta vez, hecha a su medida. Sin saber cómo había acabado, tal vez con la alarma del despertador o con la intromisión de su consciente en su mundo de fantasía, ha cogido las cosas y se ha marchado.

Me he acercado a la ventana para verla. Con la acera llena de hojas secas, que los árboles han cedido rendidos al otoño, ha caminado sin volver la cabeza. En dirección contraria a la que acostumbra a tomar, me he quedado sorprendida. No sé a dónde va.

"Seguiré soñando contingo. Una vez leí, en una novela de Unamuno, que el sueño de uno es el imposible, la realidad es el sueño de dos. La memoria me falla y sé que no es exactamente igual. De la misma manera sé que el mío es el imposible y nuestro sueño compartido fue la realidad."

Por la tarde, cuando nos hemos encontrado errando por las calles, me ha contado el final del sueño. La sonrisa se ha ido transformando para dar paso a las lágrimas amargas. Me he sentado en un banco con la esperanza de que hiciese lo mismo, pero ha seguido andando. Pero no caminaba, deambulaba.

Mañana volveré a soñar contigo*

miércoles, 28 de noviembre de 2007

voltaré.-

Allí cumplí sueños y derramé ilusiones. Era una tierra hecha a mi medida. El color rojizo, el olor tan peculiar y los atardeceres de aquel paraíso convirtieron mi vida en el mejor lugar donde vivir. Cada día pienso en todo aquello que viví intensamente, en todos vosotros, en los niños que me enseñaron algo que jamás había conocido. Aprendí de críos a los que nunca oí hablar. Cada día, el recuerdo resurge para mostrarme que el mundo de ahora no es el mío. Y tengo claro que necesito contaminarme de todo lo que existe allí y que aquí no encuentro por ningún sitio.

Intento que las palabras reflejen aquellos días, pero es imposible. No se puede transmitir con cuatro letras mal escritas sentimientos que se mantienen vivos dentro de mí desde hace años. Aún recuerdo la primera imagen de aquellos niños; fue el principio de la historia de amor más bella. Y doy por sentado que será la más bella de todas, ¿sabéis por qué?... porque nunca acabará. África y yo viviremos el idilio más sincero de todos los tiempos.

A menudo recorro, a través de las fotografías o de aquel cuaderno inseparable, las seis semanas en aquella aldea. Sonrío sólo de pensar en aquella tierra, aquellas gentes, aquellos paisajes. Caí rendida a los pies de un continente que muchos aborrecen, otros ignoran, otros explotan y otros, adoramos.

Enamoradiza de El principito, pasé noches bajo las estrellas esperándolo. Y tuve la suerte, no de conocer a aquel niño con cabellos de oro y un pequeño planeta donde el sol se ponía cuarenta y tres veces en un mismo día; tuve la suerte de conocer a mi principito. Era un niño de tres años, con unos ojos que albergaban más que tres años de vida. Cuando lo encontré por primera vez iba lleno de polvo y me acerqué para limpiarle la cara. Al ponerme a su altura, me abrazó, me dio la mano y caminos toda una tarde por los alrededores de lo que he mitificado como mi paraíso.

Tengo que volver a África
Necesito volver a N'kondezi
Irei ver Paisinho*

lunes, 26 de noviembre de 2007

Práctica infotecnología

La versión on line del Sport no tiene la posibilidad de descargar sus noticias en formato PDA o para un móvil. En un mundo donde las tecnologías avanzan a gran velocidad, los periódicos tienen que innovar para no quedarse atrás y poder satisfacer las necesidades de sus clientes. Si no, este retraso podría suponer la pérdida de algunos adeptos.

La versión en PDA pesa mucho menos que la versión on line que todos conocemos. Si abrimos dicha versión, (http://www.sport.es/) la portada ocupa 0'57 MB. Para un móvil o una PDA, es demasiado. Si nos fijamos en la noticia "Krkic, un crack con mucho futuro"
Para asegurarme y no hablar en vano, intenté ponerme en contacto con la redacción para saber si tenían planes de introducir esta versión en la versión on line. No obtuve respuesta por lo que, de momento, sólo sé que no tienen versiónes para PDA's y móviles.

domingo, 25 de noviembre de 2007

a ti's.-

A ti, perfecta fotógrafa de culos lunáticos, de desnudos recubiertos de mil risas y creadora de historias que hacen soñar. Siempre supe que llegarías a ser aquello que te propusieras. Necesitabas creer en ti, y al fin aprendiste a hacerlo para convertirte en lo que eres ahora: la amante de la fotografía. Hay recuerdos imborrables que no creo que olvide ni cuando pierda la memoria.

A ti, perfecta salvadora de mi más negro agujero. Paseos interminables para ir a comer, para ir a entrenar... siempre con algo de qué hablar. Bancos del paseo que guardan nuestros más sinceros secretos sobre ¡nuestro chico 10! Confidencias en cualquier rincón, pero siempre en el momento idóneo. Un remoto viaje que marcó un antes y un después... Demasiadas cosas que me niego a dejar en el cajón del olvido.

A ti, perfecta compañía en cualquier momento. Personificación de la dulzura en acto y de la excelencia en potencia. Aprendiendo de los errores para quedarse con lo mejor. Arrancar una sonrisa es tu objetivo diario. Diosa de la mitología griega en nuestro mundo, o el primer tercio de un trío angelical. Llorar en silencio, delante de un ordenador, echando de menos. Y sí, poseedora de una joya que muchos envidian: your fleki.

A ti, perfecta desconocida. Siempre has estado pero nunca hemos superado los límites. Me gusta cómo ves el mundo y tus viajes a destinos disimulados. Apasionada de aquello que te gusta y sincera con todo lo que no. Directa y sin preámbulos para dejar claro que no eres algo con lo que jugar. Y, óbviamente, el segundo tercio del mismo trío con aire de ángel.

A ti, perfecta conocedora del último continente descubierto. Capacitada para que todos te echemos de menos. Auténtica y enamoradiza, seguimos sumando cosas en común. Princesa donde las haya. Musa de aquellos que escribimos desde dentro, donde todo lo que surge es sincero. Imposible olvidarte después de acompañarme aquel día 7 de años atrás. El tercer tercio de una unión perfecta.

A ti, perfecta estudiante. Luchadora para conseguir aquello que realmente quieres ser. El mundo de la fisioterapia se prepara para recibir un nuevo astro. A veces imposible vernos, pero siempre buscando un agujero para concentrar a todas las nenes en un mismo lugar.

A ti, perfecto dibujante. Aquel que nunca habla, sólo escucha. Creador de heroínas frustradas. Amante de aquello que aún desconozco. Conocedor, gracias a palabras llenas de vida, de un paraíso de tierras rojizas donde siempre florecen ilusiones, junto a todos los pies descalzos que acarician dicha tierra.

A ti, perfecto... para siempre. Culpable de mi más bella historia, de mis más auténticos sueños y de lo que fueron mis mejores momentos. A ti, mi imposible número uno. No entra en mis planes olvidarte, pero sí dejar de quererte.

Yo... alguien con suerte porque os tengo a todos.

Seguiré soñando si alimentáis mis sueños*

jueves, 22 de noviembre de 2007

volver a sumar.-

Aún no le ha puesto fin. Cada día pienso cómo se levantará, cómo estarán sus ánimos y cómo acabará el día. Pero los días como hoy no pienso todo esto, sólo deseo que pasen rápido y que los olvide. Después de pensar esto, me doy cuenta de que el problema no es el día, sólo es un añadido. El problema es que le enseñaron muchas cosas pero otras se las dejaron en el tintero. No sabe olvidar...

Estoy convencida de que lo intenta, pero no lo consigue. Y por eso, hoy tengo miedo. Va sumando los meses tras aquel off, y va sumando los que serían. Hoy la he visto de lejos, ella no se ha percatado de mi existencia. Y ese ha sido el motivo por el que no ha disimulado su cara de tristeza, su mirada perdida y su paso sin rumbo. Estaba totalmente ausente de un mundo que cada vez le gusta menos.

Sé que tiene algo clavado muy dentro, algo que ni siquiera sé yo; algo que está acabando con ella. Ha perdido su perfil. La miro y no tiene los mismos ojos, no le brillan. No tiene la misma boca, ya no sonríe. No tiene la misma expresión, no puede tenerla. Añoro aquella niña que en su momento aprendió a superar los obstáculos que se le presentaron. Casi todos, sólo hay uno que le permito no acabar de superarlo nunca.

No es pesimista, no es cobarde, no es conformista. Es enamorada, es soñadora, es irrealista. Por eso cada noche teje su realidad; dándole rostros a caras por conocer, repasando caras conocidas e inventando caras.

Cada noche se va a dormir pensando en el día en qué volverá a vivir aquella historia perfecta.
Entonces, cesará de inventar para volver a sumar.
Entonces, seguirá queriendo; aún no habrá aprendido a olvidar*

miércoles, 21 de noviembre de 2007

gajos de una media naranja.-

Creo que si te hubiese buscado jamás te habría encontrado. Sin embargo, las prisas de última hora, mi nota inferior a la deseada, las amistades de una madre y alguna que otra coincidencia hicieron posible que conociese a una persona entrañable. Sé que estudiábamos juntas pero eras un año mayor y esa esfera aún no me atrevía a cruzarla. Siempre hablaban bien de ti y tenía ganas de conocerte, pero siempre pensé que no nos llegaríamos a cruzar nunca. Pero había algo que quiso que nos uniéramos en un primer momento para acabar siendo fieles confidentes un poco más tarde.

Recuerdo el primer día que íbamos juntas; con miedo a no tener conversación, a tener que vivir una situación violenta... Todo era muy raro y estaba realmente desconcertada. Tal vez las esperas en la parada del 60, tenemos una queja pendiente a CQC; los viajes en la hispano; la única cara conocida de la universidad o simplemente tu manera de ser, hicieron que tuviese cada día más ganas de conocerte mejor.

Hoy estaba en casa y no había nadie. Estaba sola. Y me ha dado por pensar. Nunca me propuse encontrar mi media naranja, pero te puedo asegurar que hoy, sin querer encontrarla, me he dado cuenta de que estaba más cerca de lo que yo pensaba. Realmente somos muy parecidas, vemos el mundo de manera similar, somos como queremos ser, queremos a alguien con todo el corazón; pese a todo. Y sobre todo, tenemos que mirar hacia arriba para hablar con ellos. O no, a lo mejor miramos hacia cualquier sitio, porque ahora los tenemos en cualquier lugar... y sobre todo dentro.

Sabes que me gusta escribir, y me reconforta cuando no estoy muy bien. Hoy quiero que sepas que me encanta ser la chica optimista de negro y que compartas este papel conmigo.

Vive cuidando lo que tienes*

g r a c i a s m a r t a

martes, 20 de noviembre de 2007

vuélvete.-

En tu nuevo camino busca pequeños pedacitos de decepciones. Minúsculos trocitos de desilusiones. Míseras particiones de fraudes. No están sobre la alfombra verde que hoy recorres, con zapatos lustrados y porte caballeroso. Todos ellos están echados sobre el más gris asfalto, escondidos bajo la perfección de tu momento, para llevarte a la imperfección de aquella historia. Pasarás por encima de todos ellos sin percatarte de su existencia. Aquel día en que decidas levantar una punta de la alfombra, tan sólo por curiosidad, descubrirás un camino hecho, realmente, a tu medida. Los pequeños pedacitos de decepciones serán pequeños pedacitos de alegrías; minúsculos trocitos de desilusiones se convertirán en minúsculos trocitos de sueños; míseras particiones de fraudes renacerán en míseras particiones de sinceridad.

Se seguirá esperando este día como si verdaderamente fuese a ocurrir que algún día caminarás sobre tus pasos para retomar lo que dejaste.

Todas las alfombras tienen un cabo... y un fin*

lunes, 19 de noviembre de 2007

un pasaje

Conocí un recóndito lugar del continente negro. El más mísero destino para encontrar la felicidad perenne. La más infinita distancia de todos para estar más cerca de mí. El deseo más imposible para poder hacerlo realidad. La sensación jamás vivida para anhelarla eternamente. La necesidad de regresar para calmar el ansia de morir. Un verano en la recámara imposible de olvidar. Una experiencia inigualable a cualquier cosa vivida hasta el momento.

Algunos ya conoceréis mi pequeña guarida. Sabéis que se parece al país que describió J. M. Barrie para Peter y sus hermanos. Allí no existen desilusiones. Es un cuento escrito a mi medida. Tiene tiras de humor pero no llega a cómic porque por aquel entonces aún no tenía mi dibujante cerca. Cada noche contaba las estrellas y me sentaba debajo de aquella que brillaba menos. En aquella penumbra dejaba volar mis pensamientos hasta ti... porque aún me querías.

Allí yo era una extraña. No tenía pistolas pero sí la sensación de pertenecer a otro mundo. No me costó acostumbrarme, me dolió mucho más irme. Después de veintisiete meses no ha pasado ningún día sin que pensara en aquel recóndito lugar. Incluso ahora, si cierro los ojos, soy capaz de recordar el olor de aquella tierra rojiza por la que corrían miles de pies descalzos.

He echado verdaderamente de menos muy pocas cosas. Tranquilo, tú siempre encabezarás la lista porque te fuiste demasiado pronto. Pero hoy no echo de menos, hoy necesito volver allí. Revivir mi cuento de hadas con final feliz... porque no tiene final. La historia de amor con aquella tierra empezó años atrás cuando vi aquellos ojos por primera vez en una instantánea. Hoy sigue vigente y cada día se hace más fuerte cuando recuerdo aquellos ojos, cuando los vi por primera vez en persona.

Déjame que te muestre una parte de mundo que sólo conoces por palabras mal escritas, frases que tropiezan con los verdaderos sentimientos y situaciones inimaginables fabricadas a partir de mi voz. Deja que te lleve al lugar perfecto para que escribas un libro que por siempre jamás reposará en tu estantería y nunca te cansarás de leer, mirar, escribir, dibujar...

No eres huérfano de viajes apasionantes*

domingo, 18 de noviembre de 2007

un lugar.-

Veía cómo caminaba sin saber adónde ir. La veía deambular por las calles, se cogía a las farolas, se subía a los bancos y acariciaba los troncos de las palmeras. Deduje que no notaba las asperezas de aquel soporte. Andaba con paso firme y mirada perdida. Creí conveniente seguirla; hacía demasiadas noches que no hablaba con ella. No sabía dónde iría, ni siquiera si tenía un destino pensado o simplemente caminaba para darle un placer al azar y que la condujera a algún lugar especial. Dejé margen entre aquella sombra agónica y mi andar.

Languidecía. No sé si era por los efectos de la luz, la inmensidad de la playa o la grandeza del mar, pero aquel ente que caminaba justo por delante de mí, decaía. Estaba abatida. No era capaz de levantar la cabeza y mirar por encima del hombro. El reflejo de la luna sobre el mar calmado dibujaba pequeños símbolos que ella rompía tirando piedras. El impacto era suave pero las consecuencias eran severas. Aquello que la luna construía para el mar con gran esmero, se rompía con un solo movimiento. Aquellas manos albergaban rabia y dolor y, sobre todo, un amor todavía sincero.

Iba descalza. Se sentó justo en la orilla y puso los pies cerca del mar para sentir cada ola que llegaba a tierra. Era la manera más tierna de pedirle perdón por romper aquel idilio entre él y la luna. Me senté unos pasos por detrás de ella. No estuve mucho rato; decidí dejarla en la intimidad que ella había querido ir a buscar. Cuando me levanté estaba sentada, con las rodillas flexionadas y la cabeza reposando sobre ellas. Demasiado peso para aguantarlo ella sola. No quise girarme, no quería franquear su momento.

Míranos, tú tan grande y a mí me haces sentir infinitamente inferior. Sin embargo, nos parecemos más de lo que crees, por eso tenemos el mismo problema; aún no hemos encontrado nuestro lugar. Y si no me crees, mírate. Eres tan inmenso para no tener que escoger un lugar. Ni los granos de tierra con los que compartes territorio ni las olas saben dónde yacer eternamente. Cada noche reposáis en un lugar distinto. Así que, asemejándome a vosotros, o vosotros a mí, yo también estoy perdida...
Y el ruido de las olas chocando contra los espigones hizo que se levantara, acariciando el mar y la arena como si fuese la última vez.

Aquella noche tardó mucho tiempo en llegar a casa. Ni tan siquiera me miró a la cara, solamente me dijo que había hablado con el mar.

Aunque seas infinitamente superior, te sigo queriendo*

sábado, 17 de noviembre de 2007

inclemencias

Se aglomeran las palabras, se mezclan las ideas. Se nubla la vista y se aclara el corazón; siempre en contra de la razón. Se desea más que antes, de manera más sincera; se necesita más que nunca. Se imagina a medida, se planifica individualmente; se vive de un imposible. Se intenta escribir una tira cómica, una escena de teatro o el capítulo de una novela para cerciorarse de que no existen villanos. Se escuchan canciones que hacen soñar, que hacen llorar; te deportan a la realidad.

No se existe en su futuro, no se existe en sus ilusiones; no se existe para él. Se existe en decepciones, en frustraciones; se existe en ignorancia. Se flaquea entre avanzar o detenerse, entre conocer o rechazar, entre seguir queriendo o empezar a querer. Se conoce la frontera pero no se controlan los límites.

Y una noche despertar en la más lúgubre oscuridad. Llorar rozando la desesperación. Respirar afanosamente. Gritar para ahuyentar. Susurrar para advertir la presencia. Imaginar que no hay vacío, que nada pasó. Y volver a llorar por no avanzar.

No era cuestión de recorrer un pasillo de la mano del tiempo, es cuestión de escalar una montaña contra las inclemencias del tiempo.

Yo no quiero escalar, a lo mejor, si espero, pasa el mal tiempo.
Mientras, resistiré en la intemperie*

jueves, 15 de noviembre de 2007

freeze girl

Cuando lo tengo justo delante lo miro con detenimiento. No sé si es iluso. A lo mejor poco conformista y siempre quiere más. O tal vez no quiere más sino algo muy concreto. Sé que es inocente y sobre todo, vulnerable. Es tontamente bueno. A veces frío y otras parece que sea rencoroso. Intentan convencerle de que es un superhéroe, pero sabe que no llega ni a ser protagonista de un cómic hecho a su medida. Empieza a creer que sus sueños pertenecen a otro mundo o que forman parte de un camino que ya no puede emprender.

Hoy parecía que todo tenía que ser perfecto. Y lo ha sido. Un reencuentro. Como cuando el aviador reencontró a su principito y vio que seguía caracterizándose por sus cabellos de oro. Desde lejos sabía quién era, pese al tiempo que había pasado.

Al pasar por delante de un escaparate he visto como retornaba mi reflejo, tal vez porque nadie lo quiere. Y he visto que es iluso e inconformista. Es demasiado inocente y muy vulnerable. Sigue siendo totamente bueno y no existe ningún superhéroe en su interior. Y, sobre todo, mi reflejo denota que sus sueños pertenecen a otro mundo o forman parte de un camino que ya no puede retomar.

Un trayecto de vuelta a casa viajando por la más triste melancolía, pasando por los más reconfortables recuerdos de aquella historia de amor, para llegar a la amargura de aquello que ya no sucederá.

io darei la vita…la mia vita*

pazza inter*

Havia d'escollir un vídeo i des del primer moment ho he tingut clar =)

martes, 13 de noviembre de 2007

Clase de infotecnología


Estamos haciendo pruebas en la clase de infotecnología. Esta es la prueba de hoy: insertar una imagen que es capturar la pantalla que veo en el ordenador.

Saludos

lunes, 12 de noviembre de 2007

Práctica de infotecnología

El primer punto a tratar en la práctica de hoy guarda relación con la versión en PDF que encontramos en la versión on line del Sport. En esta versión encontramos, a la disposición del lector, la opción de comprar el periódico por Internet. El mismo que se vende en los quioscos, lo podemos comprar por Internet. Pero hay una pequeña diferencia: se puede comprar el ejemplar entero o por páginas. Mientras que la versión en papel la tenemos que comprar entera, con dicha versión podemos elegir las páginas o la sección que queremos leer. Otra diferencia es el precio; mientras que el periódico de papel cuesta 1€, el ejemplar entero por Internet cuesta el doble.

La segunda parte de la práctica consta de los enlaces que encontramos en las noticias. En las noticias encontramos que no hay ninguna referencia a otros medios. Se pueden citar las fuentes pero ninguna es un enlace que te lleva directamente a otro medio de comunicación. De esta manera, se observa que este periódico no va más allá de la información de la que dispone y no le ofrece al lector la oportunidad de leer más allá de sus páginas.

domingo, 11 de noviembre de 2007

delete ::ilusión::

Nada más despertarse, después de sollozar en silencio, se levantó y recogió todos los diccionarios que habían en casa. Los puso todos encima de la mesa y los abrió buscando la misma palabra. ilusión. Miró detenidamente la definición de todos y cada uno. La estudió, reflexionó y llegó a una conclusión. Jamás volvería a ilusionarse. No quería más fraudes, más decepciones ni más frustraciones. Se negaba a tener que resurgir tantas veces de sus propias cenizas, como si de un ave fénix se tratara.

Dejó los diccionarios abiertos. Paseó por la casa. Tenía la mirada perdida y su cabeza en los pies. Salió a la terraza con la esperanza de ver pasar el día de manera más rápida, pero todo sucedía lentamente. Sus pensamientos, siempre alrededor de la misma pregunta, fluían por su cabeza sin acabar de encontrar su sitio. La respuesta a la pregunta tenía que ser no, pero ella quería un sí...

Entró en casa cerrando tras de si la puerta de la terraza. Ojalá todo fuera tan sencillo: cerrar una puerta y crear una distancia entre dos entes. Uno fuera, otro dentro; lejos, pero a la vez cerca; cada uno con su mano recostada en el cristal, justo en el mismo lugar que la del otro...

Cuando llegó a su habitación cogió un rotulador negro y borró todas las ilusión del diccionario. El siguiente paso era borrar las ilusión de su vida.

The world will never ever be the same. And you're to blame.

viernes, 9 de noviembre de 2007

su libreta

La libreta negra empieza a flaquear. Está vieja y la goma que recoge todo lo que hay en su interior ya no da para más. Pero aún así, es la libreta. Cuando no me ve la cojo y la retengo en mi poder. Me gusta jugar con ella entre mis manos y, con los ojos cerrados, olerla. Desprende algo indescriptible y, para muchos, imposible de entender. Creo que es un tesoro que debería estar al alcance de todos.

Hace tiempo que empezó la escritura en las hojas color beig de la libreta. Fue aquel anochecer. Lo recuerdo como si fuera ayer. Estaba en su habitación y de fondo se oía una canción tenue. Esperaba una llamada para conocer el desenlace de aquella historia. Cuando el teléfono sonó por tercera vez se levantó. Iba con paso firme pero tranquila. Una serenidad imposible de describir. No lloraba, tan sólo una lágrima daba un brillo especial a su ser. Después de aquello conocí el amor más sincero que he visto jamás.

Sé que echa de menos pronunciar su nombre. Odia no poder explicarle las cosas. Le encanta que le digan que se parece a él. Y tienen toda la razón, porque ella es la caricatura perfecta de lo que un día fue él. Se sumerge entre mil letras de literatura, como hacía él. Entre las páginas busca las anotaciones que él hacía para recuperar su más sincero recuerdo. Y sabéis, quiere poseer la joya de la corona. Su reloj.

Acabo de descubrir que sí, esta libreta es un tesoro, pero sólo de ellos dos. He necesitado años para darme cuenta de que todo lo que les robaron se encuentra en esa libreta. Por eso, la dejaré para siempre en el mismo lugar y que siga siendo de ellos, sólo de ellos.

Escribiré en esta libreta todo aquello que no te puedo contar. Te quiero. Dulces sueños*

miércoles, 7 de noviembre de 2007

vainilla

Te voy a contar un secreto...

Existe un mundo perfecto, de momento irreal. El negro ya no es importante. No existen colores brillantes pero predomina un beig, perfecto para la ocasión. No sé si viven princesas, hadas, principitos o héroes. Pero tengo claro que los villanos no existen, aunque en este mundo hay un lugar guardado para él porque ya no será villano; me volverá a querer. Es como un pequeño planeta y siempre que uno lo necesita se pone el sol, porque una puesta de sol alegra los corazones verdaderamente tristes.

Huele a vainilla o sabe a vainilla, aún no lo tengo claro. En cualquier rincón hay un pequeño árbol sobre el que recostarse para leer auténticas bellezas de la literatura; pero también pequeñas cabañas donde cinefilar con los grandes estrenos. Conviven razas y categorías. Hay paisinhos corriendo por las calles y pibes dándole al balón. La mezcolanza digna de un mundo perfecto

Cada noche, antes de irse a dormir en este mundo perfecto, alguien explica un cuento. Un cuento de aquellos que hacen pensar a los mayores y que llevan a los más pequeños a los dulces sueños que las estrellas han preparado para ellos.

Pero shhhhh, es un secreto. Ahora sólo te falta descubrir el lienzo donde poder pintar para conseguir que esta perfección sea real...

Guárdame el secreto*

lunes, 5 de noviembre de 2007

Práctica de infotecnología

El tema a tratar son los canales de RSS. En la versión on line del Sport existe, en la parte inferior derecha, la posiblidad de acceder a dichos RSS. Contemplan la opción de añadir los titulares y las últimas informaciones de este diario en tu página web, blog o lector de noticias. Es tan sencillo como escoger la sección que quieres añadir a tu cuenta particular y llevar a cabo el enlace.

De esta manera conseguimos que aquella página que hemos hecho a nuestro gusto contenga la información que queramos. Nos ahorramos entrar en dos o más páginas ya que con los RSS enlazamos todo aquello que queremos y lo encontramos en un único portal de internet.

domingo, 4 de noviembre de 2007

abatida

Quiere conocer a una nueva amiga. Esta empeñada en que lo necesita ya. Mientras piensa, sentada en la cama y con la mirada perdida, llora. Llora sosegadamente. Incluso, cuando duerme, brotan lágrimas. Sus ojos ya no brillan. Todas las noches la miro durante un largo rato. Cuando al fin consigue dormirse deseo que mañana se levante en aquel pequeño paraíso; aún sabiendo que es imposible. Que despierte a millones de kilómetros de este mundo. Lejos, muy lejos.

No me ha hablado de este nuevo contacto, sólo me ha dicho su nombre; Sole. No sé de dónde es. Me ha dicho que tiempo atrás tuvieron una amistad, pero se rompió. Últimamente ya no habla. Sólo escribe y suspira profundamente. Está completamente abatida. A lo mejor, esta nueva amistad que quiere recuperar es lo que realmente necesita. Llevo días dándole vueltas y repasando aquellas que fueron (o dijeron ser) amigas. Pero no encuentro ninguna que responda a este nombre.

Noto que se desvanece*

sábado, 3 de noviembre de 2007

n ' k o n d e d z i


Desde el continente africano te quise, te eché de menos, te llamé, te escribí. La historia hacia poco que había empezado y, por lo tanto, aún tenía la oportunidad de calificarla como perfecta. A lo mejor no lo era, simplemente era tuya y mía; no quería pedir más. Recorrí miles de kilómetros alejándome de ti y que me llevaban a un nuevo mundo. No me sentía Pocahontas, más bien era como uno de los niños perdidos de Nunca Jamás, o tal vez como todos juntos. Desde allí aprendí a quererte como lo he hecho hasta ahora. Allí me enseñaron qué era querer de verdad.

Desde la pequeña aldea, para muchos innombrable, descubrí que la distancia física no era tan dolorosa como la distancia por imposición. A miles de kilómetros era más fácil pensarte, imaginarte y quererte. A tan sólo diez minutos de distancia es horrible intentar no pensarte, no imaginarte y no quererte. Y resulta que, desde la lejanía, todo era mucho más fácil. Existían tres pequeños personajes que hicieron de mi vida un lugar perfecto. Sara, Raida y Paisinho. Nunca oí sus voces, aunque el chechewa tampoco lo hubiera entendido.

De pocas personas he aprendido tanto; aunque vosotros dos siempre encabezaréis la lista. La sensación es indescriptible. Parecerá imposible pero os puedo asegurar que es verdad. De tres críos, que juntando sus edades no llegaban ni a la mitad de la mía, supe qué valía la pena y qué no. Supe qué merecía esfuerzo. Todos creían que yo viajaba a una aldea rodeada de selva y con 300 pailhotas para ayudar. Se equivocaron. Ellos me ajudaron a mí. Hoy, te echo de menos a ti y les echo de menos a ellos. Todo sería más fácil si estuviese allí; sólo echaría de menos a uno.

Aquel lugar se parece a nunca jamás. Existe una Wendy, hay una Campanilla, un Peter Pan y, por supuesto, unos niños perdidos. Sin embargo, cada día que amanecías en aquellas tierras nunca sabías quién serías aquel día. A lo mejor Wendy, y los cuidabas a todos; tal vez Campanilla, y les enseñabas a pensar en cosas que les hacían felices para poder volar; puede que Peter Pan y lucharas contra Garfio y el tic-tac del cocodrilo; o los niños perdidos, intentando encontrar un rumbo.

Necesito volver a pasear por aquella tierra rojiza y que me acompañeis en este angosto camino*






jueves, 1 de noviembre de 2007

buenas noches...

Desde que ha entrado, tenía la mirada perdida y caminaba cabizbaja. Cuando ha tenido suficiente fuerza como para mirarme, he visto cómo nacían las primeras lágrimas. Me he sentado a su lado. No sabía qué decirle, así que me he limitado a estar cerca de ella. Hace muchos años que nos conocemos y sé que le ocurre.

Vuelve a estar inmersa en aquel mundo oscuro que algunos llaman tristeza. Pese a que la gente opine y diga, ella no puede controlar su estado de ánimo. Si, vuelve a estar hundida. Pero no era como aquella primera vez con el principio de aquel fin. Ahora es más honda. Más sentida. Más profunda. Más solitaria. Ahora es peor.

He escuchado sus sollozos durante largo rato. He oído cómo en cada suspiro susurraba un nombre. He visto cómo le hieren los días internacionales. He palpado el temblor de una desesperación. He creído en la maldad del juego de la vida. He conocido la crueldad de algunas realidades. He descubierto qué es la añoranza más sincera.

Hoy sus recuerdos han viajado años atrás. Han llegado hasta aquel anochecer. Aquellos tres días con tanta gente y una mayor necesidad de estar sola. Sólo hay una cosa que le permito no superar en la vida. Hoy la he mirado durante mucho rato y he visto cómo se deshacía. Se desvanece.

No existe optimismo posible.

Esta noche no quería hablar; sólo necesitaba llorar*