miércoles, 19 de diciembre de 2007

j o u r n i s*

La cafetería a las ocho de la mañana es un lugar, francamente, acogedor. Tal vez sea por el cacaolat caliente, por las noticias de la CNN o por los camareros que nos reciben con un bon dia y una sonrisa. Puede que sea por la música que ameniza la escena o los perfectos desconocidos de cada día. Pues créeme si te digo que todo esto es secundario y lo mejor es saber que te voy a encontrar en nuestra mesa a nuestra hora. La compañía perfecta.

Estoy en el tren, los autobuses han hecho huelga y, pese al infortunio, tengo una sonrisa dibujada en la cara. No me preguntes el porqué. Tal vez sea porque hemos acabado los exámenes y el último nos ha dejado un buen sabor de boca. O porque no tendremos más hasta dentro de tres meses. No, todo esto es efímero y el motivo de mi sonrisa es eterno. Creo que es porque me alegro de haberte conocido. La compañía perfecta.

Sonrío mientras escribo en una hoja en blanco, bajo los apuntes de redacción, cuatro palabras que no serán capaces de transmitir realmente lo que significas para mí. Hace ya tiempo dejaste de ser aquella mera compañera de uni con camiseta rosa y estilo clásico. El anhelo de conseguir un sueño nos presentó y, las coincidencias de la vida, nos han unido cada vez más. La compañía perfecta.

Además de ser una compañía perfecta, te has convertido en alguien imprescindible*

2 comentarios:

karmeta dijo...

Aix...

La verdad que quiero seguir haciendo fuerte este hilo que nos úne. Y poder seguir disfrutando buenos momentos y apoyándonos en los malos. Pero siempre,siempre,siempre juntas.

Poder contar con personas tan grandes por fuera (eres demasiado alta!) y también tan grandes por dentro, es todo un privilegio.

Dicen qque los amigos son un tesoro. Eres un tesorete reina.


T'estimo!

Floc dijo...

Quin escrit més bonic! M'encanta! Ja et vaig dir que m'he convertit en una habitual d'aquest teu blog... No hi ha dia que no passi!

La veritat és que tenir una gran amistat que t'ompli així és gratificant, indescriptible. Cuideu-vos bé que d'amics de veritat costa de trobar-ne. Quan el trobes, com a les plantes perquè creixin, les has de regar dia a dia.

Una abraçada, María!