domingo, 13 de abril de 2008

según ustedes.-

Maltrátenme, critíquenme y deshumanízenme. Digan que no soy quien la gente cree, expliquen que no soy aquello que todos imaginan. Narren mis mil aventuras y pongan en mi contra aquella parte de mundo que aún me respeta. Dibújenme, y no precisamente mi dibujante de cómics, como alguien a quien mejor no acercarse. Descríbanme como un ente caprichoso que me muevo por intereses. Escriban de mí que, cuanto más lejos, mejor. Cuando llenen suficientes hojas en blanco para empapelar un edificio entero, paren. Cuando vuestro puño no sea capaz de escribir más, pero el cansancio no gane a las ganas de hundirme, dejen de escribir porque no es necesario que me hundan; ya estoy hundida. Cuando crean conveniente dirigirse a mí y hacer el esfuerzo de mirar a alguien inferior a todos ustedes, no lo hagan; yo ya habré levantado la cabeza pues os considero a todos superiores a mí. No es necesario que rezen para verme sumergida en la miseria, otra vez. Tampoco necesitan desear fervientemente que algo me vaya mal; siempre acostumbra a salirme todo mal. Y lo que menos necesitan es hacerme partícipe de mis propios errores. Supongo que, de todos ustedes, soy la que más ha cometido. Por eso, he aprendido a afrontarme a ellos.

Tienen pista libre y todo mi consentimiento para criticar todos mis actos, pues antes que ustedes yo ya lo he hecho. Pueden jugar sus cartas, el resultado sólo será negativo para mí. Seguro que también tienen el azar de su parte. No me importa tener que luchar; desde siempre mi vida ha sido un combate. Tampoco me supone ningún esfuerzo extra afrontar un problema; desde hace años, cuando consigo terminar con uno, empieza otro. Pueden escribir en las paredes y tintar páginas en blanco adjetivos que, precisamente, no lucren mi persona. Tienen derecho, si existe el derecho, de hablar mal de mí y ser su objetivo principal de críticas. Cuando hayan hecho todo esto, les recomiendo que también me digan, mirándome a los ojos, todo aquello que han escrito, descrito, explicado, narrado y dibujado sobre mí.

Y con el mismo derecho que yo les permito hacer todo esto, existente o no, yo les doy un consejo. De manera impulsiva, lleven a cabo todas las críticas alrededor de mi ser. No obstante, si tienen cinco minutos que derrochar de su preciado tiempo en mi persona, piensen por un momento enmí. Si tienen tiempo, o creen que vale la pena invertirlo en un análisis breve y directo sobre mí, evalúen toda mi trayectoria hasta hoy. Llevarán a cabo el grato descubrimiento de que mi concepto de problema no se asemeja, ni por asomo, al vuestro. Tal vez por eso, ustedes van creando problemes donde sólo hay una charla pendiente.

O no, mejor no. Mejor critíquenme hasta que se queden sin saliva. Piensen sólo en ustedes y no me dediquen un mísero pensamiento antes de hablar mal de mí. Esparzan que soy decepcionante. Tíldanme de hipócrita.

yo: dícese de persona denigrante*

1 comentario:

Anónimo dijo...

saps que farà avui el teu dibujante? primer, fotre't bronca, segon dir-te que enfadada no m'agrades però els teus textos si, tot i que diguin coses que no són del tot certes, i tercer, i últim, dedicar-te un trocet de cançó


*No se por que insistimos en pensar
Que todo va a acabar siempre mal
Cuando nunca pasa nada
Tenemos que encontrarnos al final
Y hablar como solias hacer
Cuando tu ya me importabas


apa a disfrutar-ho ;) un peto molt fort, sol mimat