martes, 20 de mayo de 2008

por lo que queda.-

No me importa que no te guste mi camiseta. Mucho menos que no te agrade mi calzado. Me da lo mismo que sea muy diferente a ti y que de mayor tenga arrugas. Y es que, tiempo atrás, me prometí que las apariencias no volverían a dictaminar una opinión sobre cualquier persona. Pese a todos los comentarios negativos que viertes sobre mi vestimenta y mi estilo, no tienen consecuencias nocivas en mi persona. Porque, aunque todo esto ocurra, tienes algo y consigues que todo esto sea una mera anécdota cada mañana que llego a la universidad con mi camiseta de rockera. Siempre me has dicho que las casualidades y las coincidencias son importantes en esta vida. Pues hoy ha ocurrido. Había escrito las primeras líneas de este texto, pero no sabía cómo continuar. En cambio, ahora he leído un comentario tuyo y me ha dado toda la inspiración que necesitaba.

Hoy se preveía un día normal y corriente, pero ha tenido su punto de sentimentalismo que ha dotado las horas universitarias de materia interesante. Me ha encantado cuando me has dicho que has conocido la discografía de dos nuevos grupos. Te prometo que te brillaban los ojos. Al principio no he querido decirte nada, pero luego no he podido callarme. Yo también hice lo mismo. Son esas conversaciones, y las clandestinas mientras un profesor nos complace con toda su sabiduría, las que nos convierten en personas bastantes parecidas.

Me da igual que lleves una camisa blanca y un jersey de rallas azul marino y blancas combinados con un pantalón negro. Los zapatos y el bolso, todo a conjunto, te dan el toque especial. Yo, hoy, con mis tejanos negros, mis converse y mi camiseta gris con estampado raro, también me dan un toque. Pero, ahora te voy a contar un secreto. Estos dos estilos, visten los mismos sueños. El deseo de ser queridas por alguien, otra vez. Y, sobre todo, el anhelo de llegar a ser alguien en el mundo del periodismo.

Ahora hará cerca de tres años que empecé la carrera de periodismo. No sabía qué me depararía el destino. Tampoco quise pedirle nada, para no llevarme desilusiones. Y ese ha sido mi premio. No pedí nada y me he llevado lo mejor. Tengo muy claro que, si en un futuro soy capaz de labrarme una carrera con cierto prestigio, del mundo del periodismo recordaré mis inicios... a tu lado. Son centenares las anécdotas que tenemos en común pero, con el paso de los días, el lazo ha ido aumentando. Ahora ha pasado de ser un lazo, que por cualquier motivo podía romperse, a ser un nudo.

Nos visten los mismos sueños*

2 comentarios:

karmeta dijo...

uala....

sabes que me has hecho un nudo pero en mi garganta con lo de holiday?????

Si tú fueses melodía NO serías rock, porque el rock es demasiado duro, con poco contenido y muy agresivo. Sin embargo tú, eres fuerte, con mucho contenido y un trocito de pan.

La música es mi vida, y la gente que me rodea está en cada una de las canciones que la llenan. Tú ocupas muchos álbumes...

Me quedo con que nos visten los mismos sueños, que espero sean reales en breve...

Anónimo dijo...

farem un pacte de s0ls*... cap dels dos deixa d'escriure i ja està... però jo torno a les metàfores per si de cas xdd