domingo, 4 de enero de 2009

cartelito.-

Clases, conferencias y libros. Experiencias de otros. Grandes personajes que contrastan con currículums de menos de dos días. Nombres propios y conocidos que chocan con los nombres olvidados. Habladurías y consejos. Todo gira en torno a lo mismo; periodismo. Años donde todo lo anterior es lo único que vale porque, representa, es la preparación para el mundo que espera fuera. Te crees la historia y te empapas de todo lo que escuchas. Recurriendo al tópico fácil, se trata de la teoría útil para saber afrontar la práctica. Ilusos. Nada sirve. Y es que periodismo sigue siendo algo vocacional, tiene que existir ese algo arraigado en el interior de cada uno.

No importan las clases magistrales a las que hayas asistido, atrás quedan los centenares de folios llenos de garabatos en tinta negra, todo pierde valor cuando... cuando te encuentras con la práctica. Nada era cierto. No te estaban preparando para el mundo exterior. Las conferencias y todos aquellos con nombre importante sólo era un distanciamiento de la realidad. Quién nos habla de los principios, los inicios. Cuando conoces sólo un leve porcentaje de lo que en verdad ocurre tras la puerta con cartelito periodismo eres consciente de que hay que ser bueno, tener un gen o un don. La teoría no te lleva a ningún sitio. Eres un Livingstone moderno en busca de una fuente de la eterna juventud. Y, para los pesimistas, eres la frustración de algo que anhelas desde hace años pero no sabes cómo conseguir.

Pero, por primera vez, no te dejas vencer. Quieres conseguirlo. Es jodido cuando la lucha contra Folio blanco dura minutos que se hacen horas. Cuando las letras no forman ni siquiera una palabra y cuando, una vez conseguidas las palabras, no hay ningún tipo de conexión. Entonces te enfadas con el mundo. Quieres ser algo para lo que, a lo mejor, no sirves. El mundo se está riendo en tu cara. Sabías que nada iba a ser fácil. De bruces con el mundo real.

Ahora, os voy a contar un secreto. Cuando llamas a la puerta, sí sí, la misma de antes con el cartelito periodismo, te da igual que el mundo se ría de ti. Porque hay algo al cruzarla que te engancha para siempre. Puede que no llegues lejos... pero ya has entrado. La clave, llegar al sitio adecuado en el momento oportuno. Y esta frase no la versiono, la corroboro. Si consigues esto, lo siguiente es más fácil.

Toc toc, ¿puedo entrar?*

1 comentario:

karmeta dijo...

Porque ser una j0urnis no supone saber de teoría ni de historia ni mucho menos estar atento al 100% de las personas que han pasado y pasarán a darnos el coñazo por las clases con sus historias perfectas y magistrales..

Porque ser j0urnis es algo más que se lleva en el interior y sobre todo, se siente.

Por eso y por mucho más.

Puedes entrar sí!